Cinco puntos para entender si la COP20 fue un éxito o un fracaso
La madrugada del 14 de diciembre, cuando el presidente de la COP20, Manuel Pulgar-Vidal, dio el martillazo con el cual cerró la cumbre sobre el cambio climático más importante del mundo, el debate sobre el éxito o fracaso de este encuentro continuó.
Para muchos, la COP20 culminó con un texto débil que supone un duro trabajo para los negociadores internacionales en el año que queda antes de la COP21 de París. Para otros, la Cumbre de Lima significó un notable avance, en relación a otros encuentros de este tipo. Pero, ¿cómo medir si esta cumbre fue o no exitosa?, ¿bajo qué parámetros?
¿CÓMO SE MIDE EL ÉXITO DE UNA COP?
De acuerdo a Pedro Solano, director ejecutivo de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), “una COP es exitosa cuando logra los resultados que se esperan de ella, la idea es que cada reunión cumpla los objetivos que se han previsto hacia el 2020. En este caso no hubo un retroceso, al contrario, se ha avanzado”.
Solano opina que “los objetivos para Lima fueron tres: tener el borrador para la COP21 de París, fijar el modo en que los países informan sobre las contribuciones, y avanzar hacia la agenda del financiamiento climático y del Fondo Verde para el Clima”.
El director de la SPDA, aclaró además que la “Llamada de Lima para la acción climática”, documento que se hizo mención al final de la reunión, es el programa de trabajo de aquí a París, pero no el borrador. “Existen tres documentos: el ‘Llamado de Lima…’, el resumen del borrador y finalmente el borrador final”, aclaró el especialista.
¿EL BORRADOR ES DÉBIL?
“Yo no usaría la palabra ‘débil’. Cuando se habla de debilidad nos referimos a algo que no funciona y este no es el caso. El documento tiene los mecanismos para seguir con el proceso y eso es buenísimo. En el caso de Copenhague, por ejemplo, se consideró fracaso porque no se consiguieron los mecanismos, no se firmó nada, se fueron con las manos vacías, fue un retroceso que nos hizo perder dos años. En Perú no ha pasado eso, aquí hemos avanzado aunque no tanto como hubiésemos deseado”, explicó Solano.
Asimismo, señaló que el “Llamado de Lima…” es un documento de avance porque incluyó todos los temas que planteaban tanto países desarrollados como en desarrollo. Sin embargo, consideró que el nivel de ambición del documento está por debajo de lo que requiere la magnitud del problema que ya es clara y aceptada por todos.
¿EL DOCUMENTO SATISFACE A TODOS?
Según Solano, se han dejado varios temas que serán tratados en París porque en Lima no se han puesto de acuerdo. Varios de estos, agregó, están relacionados al tema bosque y específicamente al Mecanismo de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD+), entre otros.
También resaltó que se avanzó en el tema de género y cambio climático, derechos humanos, pueblos indígenas. “Nunca antes estos temas tuvieron tantos espacios dentro de una COP. Es importante además, resaltar la presencia de los observadores de distintas organizaciones civiles que participaron durante toda la cumbre”, sostuvo.
“Perú tenía que fijar las reglas para las contribuciones este año. ¿Lo ha logrado? Yo creo que lo ha hecho medianamente porque sigue siendo parte de la agenda, aunque sí hay un mandato, hay compromiso de Naciones Unidas de monitorear la manera en que se presentan para que no sea una sacada de vuelta. Es laxo, pero existe, está más claro que antes, pero sigue sin tener mayores detalles”, agregó.
Para Climate Action Network, una de las mayores características de las negociaciones en Lima fue la incapacidad de los gobiernos para tomar medidas significativas para enfrentar los impactos del cambio climático antes de 2020.
“En general, esta COP muestra a gobiernos desconectados de su gente, que está preocupada por los riesgos climáticos y quieren una transición justa para impulsar nuestras economías, puestos de trabajo y fortalecer la salud pública. Esta vez los gobiernos pudieron esconderse en Lima, pero no tendrán ese lujo en París, donde el mundo se espera que entreguen un acuerdo”, aclaró la organización.
¿POR QUÉ DEMORÓ DOS DÍAS MÁS DE LO PREVISTO?
Pedro Solano explicó que si bien esos dos días de más fue visto desde fuera como un fracaso, “ese tiempo sirvió para conseguir varios acuerdos. Cuando llegó lo que sería el último día de la COP, había muchas diferencias. Los países desarrollados no querían incluir el tema sobre ‘Daños y pérdidas’ y ‘Adaptación’, entre otros. Por su parte, los países en desarrollo pedían que se incluya todos esos temas, y ahí hubo un entrampamiento”.
“Cuando los segundos manifestaron su disconformidad, la presidencia negoció con los primeros y les pidió que suban esa cuota de ambición. Entonces, ese día y medio extra sirvió para que la ambición del documento suba hasta donde los países desarrollados lo permitieron. Mientras que el documento puede ser débil para los países en desarrollo, para los desarrollados es un documento en donde han cedido más de lo que hubiesen querido”, agregó.
¿QUÉ COMPROMISOS NOS DEJÓ LA COP EN LA AGENDA INTERNA?
Durante los días que duró la COP20, el Estado, a través de distintos organismos, presentó una serie de compromisos que –según el especialista de la SPDA– no deben pasar por alto, por lo que requiere de su respectivo monitoreo.
Escrito por
SPDA Actualidad Ambiental es un servicio periodístico de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA).
Publicado en
También en www.actualidadambiental.pe